El Sector Energético se enfrenta a una serie de retos de vital importancia. En concreto, en la Unión Europea se importa aproximadamente la mitad de la energía que se consume, con un coste de 350 billones de euros por año, y los Estados miembros se enfrentan a la escasez de combustibles fósiles como el petróleo.
En este contexto, la innovación es fundamental para asegurar el suministro de energía fiable, la integración de fuentes de energía renovables y el diseño de nuevos modelos de negocio que integren a todos los actores involucrados.
Reducción de gases de efecto invernadero
El objetivo europeo para 2030 es de un 40% de reducción de emisiones en comparación con los niveles de 1990. Para ello es clave reducir las emisiones del sector transporte y de la energía. En el primer caso, desplegando una infraestructura interconectada y, en el segundo, mediante la introducción de energías renovables y sistemas de almacenamiento en las redes eléctricas.
Incremento de la proporción de energías renovables en el mix energético
Las energías renovables permiten la independencia energética y ser autosuficientes respecto a combustible fósiles, con sus consecuentes beneficios tanto económicos como medioambientales. Para cumplir el objetivo europeo de 2030 (27% del consumo final de energía satisfecho mediante renovables), es necesario aplicar soluciones para crear redes eléctricas inteligentes, sistemas de generación renovables distribuidos, la incorporación de sistemas de almacenamiento que apoyen este tipo de producción de energía, etc.
Mejora de la eficiencia energética
Un uso eficiente de la energía lleva a la reducción de las facturas y a una mayor competitividad. Con vistas al objetivo de un 27% de ahorro energético en la Unión Europea, el desarrollo de actuaciones en edificios, la incorporación de soluciones que reduzcan los consumos de los equipos a través de una medición y predicción precisas y la introducción de componentes de bajo consumo son fundamentales.